Me encontraba genial en tu embarazo. Tenía ganas de ver tu carita y la vi en otra ecografía. Tu perfil con esa naricilla tan diminuta que tenías me "enamoró", ya eras mi vida. Me daba pena que se terminaran esos maravillosos 9 meses, pero hasta lo bueno siempre se termina.
Llegó el gran día! Llegaste un domingo, 17 de Marzo y a las 6 de la mañana, la misma hora en que salió el sol, llegaste tú también. Eras un gigante de 52 cm de largo y un peso pesado de 3'200 kg.
Fernando y yo |
Empezaste a crecer, y también comenzaste a hablar a los 6 meses de edad. Al cumplir un añito, se te entendía todo. Después el cole y seguiste creciendo... En todos estos años, me ha encantado hacer de guía para ti. Eras un libro con las páginas en blanco, donde se podía escribir lo que uno quisiera... con un carácter moldeable, bueno y noble. Muy inteligente. De pequeño te hicieron un test de inteligencia dando unos resultados muy altos, tanto que no sabían si eras superdotado... menos mal que no dio eso la cara nunca, y aunque te aburrías soberanamente en el colegio e instituto, finalmente conseguiste saber qué querías estudiar. Hoy sabes lo que quieres y yo me siento orgullosísima de ti.
Has hecho, junto con tu hermano, que mi vida sea plena en el sentido maternal... Y ahora, a falta de un día para tu 21 cumpleaños, quiero decirte cuánto te quiero. Has tomado el rol de padre con tu hermano, lo quieres con locura y lo proteges. Has tomado responsabilidades que no te tocaban hacer... y las hiciste. Por eso y otras muchas cosas más, me quito el sombrero ante ti y te digo lo mucho que te quiero.
FELICIDADES en tu 21 cumpleaños.
Miles de besos.
Mamá.
Siempre es bueno reconocerles a los hijos las cosas que hacen bien, sobretodo si queremos que se sientan agusto y sigan comportandose de esa forma.
ResponderEliminarPD: muy bonito, escribes realmente bien
Gracias por tu comentario, Anónimo. Siempre he intentado hacerles saber a mis hijos cuándo lo hacen bien... pero también cuándo lo hacen mal, para que sepan valorar lo bueno y corregir lo malo.
ResponderEliminarMe siento muy orgullosa de los dos, y así se lo hago saber. Me siento muy afortunada por los hijos que tengo.
En cuanto a si escribo bien o no, te doy las gracias nuevamente... Pero siempre se ha de estar aprendiendo, y lo de la escritura es saber "afinar" las palabras, aunque no siempre se consigue transmitir al lector lo que uno quiere expresar.