El peludito.

Mi amigo "el peludito" tiene 3 años. Se llama Noël y es un perro mestizo, un vulgar chucho. Pero es MI CHUCHO. Se llama Noël por que llegó a casa en Navidad. Lo sacamos del albergue de animales.

Durante el primer mes, mi Peludito no ladró. Yo pensaba que no era un perro de ladrar como otros que se pasan el día dale que dale ladrando... Pero al mes de estar en casa, nos sorprendió con un ladrido jugando. Lo miramos todos sorprendidos! Y lo felicitamos y vitoreamos.
Mi amigo el Peludo, sabe cuándo estoy triste o depre... No te deja nunca sol@. Si estás tumbado en el sofá, se enrosca en tus piernas y te da calor en invierno. Si es verano, se mantiene a una distancia prudente... pero nunca te quita el ojo de encima. Vigila todos tus movimientos. Para dormir le encantan las almohadas; pone la cabeza en la almohada como si fuera una persona. Estoy pensando en hacerle una para su uso exclusivo!
A veces se te queda mirando tan fijamente que da miedo. Piensas qué le puede estar pasando por esa cabeza de perro y no llegas a saberlo nunca. Otras veces te mira cual persona quiera ser y esas veces te asustan más si cabe, porque hasta que el perro no parpadea no empieza a ser perro de nuevo. Es difícil de explicar, pero es así.

Noel muy interesado en mi costura.

Salimos todos los días a pasear. Cuando llegan las 8 de la tarde sale de su larga siesta, te mira, se despereza y bosteza. Siempre es el mismo ritual.... Se va hacia donde está colgada la correa y te ladra para quizá decirte que se la pongas, que tiene prisa por salir a la calle a hacer sus necesidades o simplemente que tiene ganas de tomar el aire y distraerse de todo un día encerrado en casa....
Al hacerse el paseo rutinario, tanto perro como tú os llegáis a compenetrar tanto que al cruzarse con otro perro, su instinto es olerlo, claro, pero con un par de tironcitos en la correa que le dé ya sabe que no tiene ni que pararse a olisquearlo. Después te mira un poco de reojo, para que le des tu aprobación y le hagas una caricia de recompensa que él acepta de muy buena gana.

Yo lo llamo "mi hermano pequeño, el Peludito" porque realmente son inferiores en alma a nosotros, pero sienten penas y alegrías como nosotros. Sabe que las moscas vuelan y las intenta cazar, al igual que sabe que las cucarachas se arrastran por el suelo y las mata con mucho asco! Es súper cuidadoso con su casa y sabe distinguir quién es el "Tete", de "Alberto" y que yo soy "mamá".

Noel de "abuelita".

Él me ha llegado a "sacar" a la calle en fases de mi vida en las que no me apetecía nada salir. Me ha alegrado mi alma con sus juegos.... Me ha arrancado carcajadas con sus "idas de perola", y me ha consolado en mis lágrimas... Por todo eso, sólo puedo darle las gracias por estar en mi vida.