Tomad asiento y poneos cómodos!

Hola a todos.
Este blog se creó por una persona que me animó a hacerlo. Me dijo entre otras cosas, que no me guardara nada para mí. Que mis pensamientos los tenía que compartir con el resto del mundo.
Y le hice caso. Creé el blog y de aquí en adelante escribiré todo lo que sienta, lo que vean mis ojos... Lo que mire mi corazón y lo que piense mi mente.
Aquí escribiré sentimientos, pensamientos e impresiones de hechos pasados y presentes. Así que... Bienvenidos seáis. Tomad asiento y poneos cómodos!

martes, 12 de junio de 2012

Gracias... Gracias...

La otra tarde la mente se me fue a otro lado. A sitios que no debe, o quizá sí... el caso es que me puse a pensar en las casualidades de la vida. Lo que nos pasa en ella; si es casualidad o es que nos tiene que pasar. En cómo una situación con determinada persona te lleva a otra para estar aún mejor de lo que estás.

Cuando estás con una persona que no quiere compartir nada contigo, y estás "erre" que "erre" queriendo que esa persona cambie por ti, esperando un milagro, que comparta las mismas cosas que os gustan  a los dos y el otro no quiere. No quiere dar la cara por ti y tú una y otra vez se lo pasas, se lo perdonas... Y llega un día que dices: "Pues como él no quiere compartir su tiempo conmigo ni aun haciendo lo mismo que nos gusta a los dos, lo haré por mi cuenta".

"Titanic" en la cima del Cabeçó D'Ór



Dejas de esperarlo. Simplemente es eso. Y en ese "nuevo camino" conoces a otras personas. Y ves que son buenas gentes, que con unos congenias más que con otros... Y ves y sientes que hay alguien que te hace un caso "especial",  y con eso llegan las sorpresas! Empiezas a ver las diferencias, comienzan las comparaciones (ya se sabe que son inevitables) y ves que una de las personas se va quedando atrás, muy atrás.... Es como decir "Hola" a la nueva persona y "Adiós. Ahí te quedas..." a  la otra. Y piensas: "Él se lo perdió!!". Pero aún así, das las gracias. Porque sin que la primera persona lo sepa o no sea consciente, das las gracias porque por su "descuido" tú llegas a conocer a las personas que sí te valoran y aunque todas se cuelan en tu corazón, una lo hace de manera muy especial. Quieres compartir todo con ella. Te ilusiona hablar con ella, te ilusiona volverlo a ver... te deleitas mirándola. Estudias su cara; cada arruga en su piel, sus labios, sus dientes... el color de sus ojos y su forma. Observas su cuerpo, de formas armoniosas, recias y fuertes.... Y vuelves a dar las gracias nuevamente por todo lo nuevo que te llegó gracias (otra vez...) a una situación que era nociva para un@ mism@...

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