Déjalo hablar...

A veces, los sentimientos son encontrados. Sentimientos que hablan por sí solos, pero que a veces te confunden. Cuando ya no esperas nada de esa persona, te llama. Vuelve a intentar que tu cabeza sea una olla a presión de pensamientos casi explosivos...Cierras los ojos e intentas no pensar; pero te dices a ti misma que no sirve de nada no hacerlo. Te obligas a reflexionar sobre lo que te pasa. Coges tu corazón, lo sientas delante de ti y le preguntas: "Qué te pasa? ¿Qué quieres? ¿De qué tienes miedo? ¿Qué anhelas...?" Guardas silencio y esperas... él solito te va contestando, te responde. Unas veces lo escuchas... Otras no quieres hacerlo y llenas sus palabras de ruido para no oírlo, por que lo que dice no te gusta.

Foto de Mikel

Ahora entra "la razón" por medio, intentando poner algo de paz y orden en el caos de tu corazón. Ella intenta guiarte por el "buen camino". Pasa tus sentimientos por el filtro de la mente para hacerlo más llevadero, más frio... y de ese modo no sentir tanto dolor. Y después entran "los recuerdos"... Recuerdas unos ojos. La sonrisa de esa persona a la que empiezas a sonreír y ella te devuelve la sonrisa. Recuerdas cómo te toma la mano y no te la suelta. Recuerdas cómo lo sorprendes mirándote y al verse sorprendido, te guiña un ojo.... Entonces, recuerdas que tu corazón quiere hablarte. Lo coges y lo sientas delante de ti y lo dejas que diga todo lo que siente. Te sorprenderá al igual que a mí...