Al publicar un pequeño articulo en mi Facebook, he recibido un comentario de un amigo que me ha interesado mucho y así os lo voy a escribir, tal cual lo puse en mi face con su correspondiente contestación...
DIFERENCIA ENTRE ALMAS GEMELAS Y ESPÍRITUS AFINES
De entre todas nuestras conexiones, por Ley de Afinidad, existen unas más definidas que otras.
En este sentido, el entramado más afín será aquel que tenga más similitud energética y sobre todo el que reúna cualidades parecidas y en ocasiones incluso idénticas; son los llamados espíritus afines.
Los espíritus afines siempre son una bendición; nos los encontramos en cada existencia como personas muy cercanas a nosotros y cuyo vínculo nos llega directamente al corazón.
Podemos reconocerlos con facilidad porque nuestro corazón salta de alegría con su sola presencia.
Cuando se pierde un espíritu afín se siente un gran vacío, como si el dolor mismo por su ausencia te viniera directamente del alma.
Y en realidad es así.
Cuando nos encontramos con un espíritu afín encarnado en el ámbito de las amistades, se produce un reconocimiento instantáneo y se da una afinidad en ambas direcciones que hace que de repente, casi instantáneamente, se salten las barreras de tiempo y espacio y te parece “que conoces a esa persona de toda la vida”, y así es, aunque no es de toda la vida sino de todas las vidas.
La confianza es instantánea y también se siente mucho regocijo, alegría y felicidad.
Cuando un espiritual afín llega a tu vida como una pareja sentimental, la convivencia es maravillosa, la felicidad y comprensión son la base de la relación y ambos se apoyan continuamente.
Si unen sus vidas, se puede asegurar que su relación será muy duradera, y si alguna vez deciden separar sus caminos siempre quedará un vínculo irrompible y de la más pura gratitud y reconocimiento.
Esto es así porque las almas de los espíritus afines están muy cerca la una de la otra y el vínculo es muy estrecho y antiguo: llevan vidas y vidas encontrándose para apoyarse mutuamente.
Sin embargo, el alma gemela es mucho más que un espíritu afín: es el más afín de los espíritus.
Es tu otra mitad.
Es aquella parte de tu mismo ser antes de que tu ser decidiera venir a experimentar , aprender o estar en misión a un mundo, en cuya realidad existe en acción una ley: la Ley de Opuestos, la dualidad, la polaridad entre sexos.
Portinatx, Ibiza. |
La respuesta de mi amigo es esta...
Permíteme decir....
Dios creó un TODO y lo llenó de vida; luego lo dividió en dos y
cada una de esas dos partes reencarnó en dos seres diferentes.
Deberían evolucionar cada una a través de vidas separadas.
Creo que así nacieron las almas gemelas, y este es el concepto de su existencia
y la razón del por qué están separadas.
Sin embargo, aunque nacemos en cuerpos diferentes, la unión de esas
almas no termina jamás y a través de muchas reencarnaciones estaremos
juntos, cada una en un escenario diferente, viviendo vidas paralelas,
con las mismas experiencias, pero no nos reconocemos desde el primer
instante porque falta evolución y por eso necesitamos de otras
relaciones. Pero el reencuentro al final, es inevitable.
Las almas gemelas tienen los mismos intereses, su atracción no es
sólo física o sexual y la ternura ocupa sus instantes y sus miradas.
Ese amor trasciende la edad, la materia, la raza, el credo,
las distancias. Al verse, sienten una infinita necesidad de abrazarse
y besarse y expandir las energías de sus corazones.
Ambas desean crecer espiritual e intelectualmente, se incentivan
mutuamente por ese crecimiento personal, no existe entre ellas el
egoísmo ni la individualidad y tienen el deseo, aunque inconsciente,
de llevar a cabo su misión juntos.
Se complementan en todos los sentidos... ¡casi piensan lo mismo! Se
aceptan, se respetan, hacen planes para el futuro, se quieren como
son. Si se pelean parecen marchitarse y buscarán rápidamente
aclarar sus malentendidos, con humildad y generosidad el uno
por el otro. Y su amor crecerá cada día más y más. Se dan cuenta
que aunque separadas han estado buscándose siempre, ahora comprenden
el por qué de la espera, por qué la alegría de vivir y por qué los
corazones no se cerraron a la llegada del amor, nunca. Sus
experiencias pasadas fueron la preparación para el reencuentro.
Las almas gemelas se atraen más fácilmente cuando los dos tienen
buen humor, son activos, vivaces, conversan largamente, la música
los transporta a su lugar original. Buscan el éxtasis y lo disfrutan.
Hacer el amor es una experiencia que cobra un inusitado significado
y en un indescriptible instante de esa unión, logran reconocer a
través de sus ojos, el alma que estaban buscando y entonces...
¡sabrás que esa es tu otra mitad!
Si estás esperando el amor verdadero debes activar ese reencuentro,
manteniendo la fe en su llegada, tomando cada experiencia como un
paso adelante, orando, llamándolo y bendiciendo a ese ser que aún
no conoces pero esperas, él también estará esperando por ti. Cuando
la soledad duele más, aparece al fin. Pueden pasar años, pero en el
fondo de tu corazón, sabrás siempre que existe y cuando llega, el
Planeta entero se confabula a favor de ese encuentro y comienzan a
desencadenarse toda suerte de acontecimientos para que finalmente
estén juntos.
Si aún no has encontrado tu alma gemela, no te afanes, aguarda con fe. Y esperar con fe, es tener la absoluta certeza de que
sucederá y que esta vez será para siempre... ¡será un amor eterno!
Me ha parecido tan tan bonito que he querido compartirlo con el mundo. Supongo que unos creerán y otros no, pero yo sí creo que al final de relaciones fallidas, encuentres a tu media mitad. Y qué ocurre con las personas que fallecen sin encontrar ese "gran amor"? Pues que la encontrará en otra vida....
cada una de esas dos partes reencarnó en dos seres diferentes.
Deberían evolucionar cada una a través de vidas separadas.
Creo que así nacieron las almas gemelas, y este es el concepto de su existencia
y la razón del por qué están separadas.
Sin embargo, aunque nacemos en cuerpos diferentes, la unión de esas
almas no termina jamás y a través de muchas reencarnaciones estaremos
juntos, cada una en un escenario diferente, viviendo vidas paralelas,
con las mismas experiencias, pero no nos reconocemos desde el primer
instante porque falta evolución y por eso necesitamos de otras
relaciones. Pero el reencuentro al final, es inevitable.
Las almas gemelas tienen los mismos intereses, su atracción no es
sólo física o sexual y la ternura ocupa sus instantes y sus miradas.
Ese amor trasciende la edad, la materia, la raza, el credo,
las distancias. Al verse, sienten una infinita necesidad de abrazarse
y besarse y expandir las energías de sus corazones.
Ambas desean crecer espiritual e intelectualmente, se incentivan
mutuamente por ese crecimiento personal, no existe entre ellas el
egoísmo ni la individualidad y tienen el deseo, aunque inconsciente,
de llevar a cabo su misión juntos.
Se complementan en todos los sentidos... ¡casi piensan lo mismo! Se
aceptan, se respetan, hacen planes para el futuro, se quieren como
son. Si se pelean parecen marchitarse y buscarán rápidamente
aclarar sus malentendidos, con humildad y generosidad el uno
por el otro. Y su amor crecerá cada día más y más. Se dan cuenta
que aunque separadas han estado buscándose siempre, ahora comprenden
el por qué de la espera, por qué la alegría de vivir y por qué los
corazones no se cerraron a la llegada del amor, nunca. Sus
experiencias pasadas fueron la preparación para el reencuentro.
Las almas gemelas se atraen más fácilmente cuando los dos tienen
buen humor, son activos, vivaces, conversan largamente, la música
los transporta a su lugar original. Buscan el éxtasis y lo disfrutan.
Hacer el amor es una experiencia que cobra un inusitado significado
y en un indescriptible instante de esa unión, logran reconocer a
través de sus ojos, el alma que estaban buscando y entonces...
¡sabrás que esa es tu otra mitad!
Si estás esperando el amor verdadero debes activar ese reencuentro,
manteniendo la fe en su llegada, tomando cada experiencia como un
paso adelante, orando, llamándolo y bendiciendo a ese ser que aún
no conoces pero esperas, él también estará esperando por ti. Cuando
la soledad duele más, aparece al fin. Pueden pasar años, pero en el
fondo de tu corazón, sabrás siempre que existe y cuando llega, el
Planeta entero se confabula a favor de ese encuentro y comienzan a
desencadenarse toda suerte de acontecimientos para que finalmente
estén juntos.
Si aún no has encontrado tu alma gemela, no te afanes, aguarda con fe. Y esperar con fe, es tener la absoluta certeza de que
sucederá y que esta vez será para siempre... ¡será un amor eterno!
Me ha parecido tan tan bonito que he querido compartirlo con el mundo. Supongo que unos creerán y otros no, pero yo sí creo que al final de relaciones fallidas, encuentres a tu media mitad. Y qué ocurre con las personas que fallecen sin encontrar ese "gran amor"? Pues que la encontrará en otra vida....