Ha comenzado a llover, primero unas cuantas gotas... después con más fuerza.
Mis ojos esta noche también derramaron lágrimas.
Viene mi perrete y me consuela, o al menos lo intenta. Me mira fijamente a los ojos y no se mueve, creo que espera alguna señal para tomar la iniciativa y lamerme la cara limpiando así las lágrimas... Lo acaricio. Siempre es un bálsamo para mi alma tocarlo, me transmite tanta ternura, alma pura.
Me he sentido tan sola y tan abandonada, tan a la deriva cuan barco sin rumbo...
Esperar en vano lo que nunca llegó, noches de desesperanza, de sueños rotos, de ilusiones frustradas... noches y días de no sentir nada, vacío y lágrimas... de maldecir al destino por jugar conmigo...
Ha parado de llover, pero el aire huele a mojado. Me encanta este olor desde que era muy pequeña...
Me viene a la memoria una canción que me encanta, "Bachata en rosa"... la bailas conmigo??
https://www.youtube.com/watch?v=WokgTntydbc
Tomad asiento y poneos cómodos!
Hola a todos.
Este blog se creó por una persona que me animó a hacerlo. Me dijo entre otras cosas, que no me guardara nada para mí. Que mis pensamientos los tenía que compartir con el resto del mundo.
Y le hice caso. Creé el blog y de aquí en adelante escribiré todo lo que sienta, lo que vean mis ojos... Lo que mire mi corazón y lo que piense mi mente.
Aquí escribiré sentimientos, pensamientos e impresiones de hechos pasados y presentes. Así que... Bienvenidos seáis. Tomad asiento y poneos cómodos!
Este blog se creó por una persona que me animó a hacerlo. Me dijo entre otras cosas, que no me guardara nada para mí. Que mis pensamientos los tenía que compartir con el resto del mundo.
Y le hice caso. Creé el blog y de aquí en adelante escribiré todo lo que sienta, lo que vean mis ojos... Lo que mire mi corazón y lo que piense mi mente.
Aquí escribiré sentimientos, pensamientos e impresiones de hechos pasados y presentes. Así que... Bienvenidos seáis. Tomad asiento y poneos cómodos!
jueves, 27 de noviembre de 2014
lunes, 3 de noviembre de 2014
ELEGIR UN COMPAÑERO
1-
Elige a alguien como si fueras ciego. Cierra los ojos y observa qué
puedes sentir de esa persona, de su gentileza, su lealtad, su
comprensión, su devoción, su habilidad para ocuparse de ti, su habilidad
para cuidar de sí mismo como un ser independiente. En nuestra cultura
nos basamos mucho en lo que vemos con nuestros ojos externos. Pero
cuando miramos al objeto de nuestro amor, es mucho más importante lo que
vemos con los ojos cerrados.
2-
Elige a alguien que tenga la habilidad de aprender. Si hay algo que
verdaderamente hace diferencia entre un amante para toda la vida y uno
fugaz, es una persona que tenga la habilidad de aprender. Dice el refrán
“el ignorante es poco tolerante”. Aquellos que no pueden aprender cosas
nuevas, ver las cosas a la luz de lo nuevo, ser curiosos acerca del
mundo y de cómo funcionan las cosas o las personas, a menudo se cierran y
dicen. “No, esto tiene que ser así, de este modo” y para una relación
de toda la vida es mejor estar con alguien que se abra y se cierre
aprendiendo y evolucionando.
3-
Elige a alguien que quiera ser como tú, fuerte y sensible a la vez.
Para no confundir el significado de estas palabras, no relacionarlas con
la rigidez y la fragilidad. La fuerza en el sentido en que es fuerte un
árbol: pueden soplar fuertes vientos pero se sostendrá porque es
flexible y se moverá para adelante y para atrás con el viento. Y en
cuanto a la sensibilidad, estoy hablando de ver, estar alerta a las
cosas que están alrededor de uno. Algunas personas pueden necesitar una
pequeña ayuda en esto, pero a menudo en algún lugar profundo en su
mente, o en su corazón, ya están despiertos y alertas a todas estas
cosas, si bien no saben cómo articularlas. Y es por eso que el número 2
es tan importante: la habilidad para aprender. Puedes tener todas las
posibilidades, todas las potencialidades del mundo para ser amable,
amoroso, devoto, bueno y el mejor amante conocido del género humano pero
si no puedes aprender a desarrollar ese potencial. ¡Entonces no sirve
de nada!
4-
Elige a alguien que cuando lo hieras, sienta dolor y te lo muestre. Y
viceversa... elige a alguien que cuando te hiera, vea tu dolor y lo
registre. Esto es muy importante. Hay muchos modos en que la gente
muestra el dolor. A veces reclamando es una de las cosas que hacen las
personas más extrovertidas. Reclaman, se vuelven locos... pero es su
propia expresión de dolor. Lo peor es cuando le haces a tu compañero
algo que no es amable, o que es impensado y él no muestra reacción. Como
si no se permitiera a sí mismo mostrarse verdaderamente humano en tu
presencia. Pasamos por muchas relaciones o unas cuantas, antes de
encontrar a alguien con quien querríamos pasar nuestra vida. Sentimos
las heridas en tantas relaciones que empezaban con grandes esperanzas
pero que terminaban con fallas y accidentes. Por otro lado, te vas a
encontrar con otro que no está intacto, que también está herido de algún
modo. Como resultado de esto es que la habilidad de tu compañero de
mostrar su dolor es tan importante como su habilidad para percibir tu
dolor. ¡Es muy importante! Porque por naturaleza de las relaciones hay
momentos de tensión en que presionamos o hicimos algo que lastimó al
otro y esto no puede ser evitado completamente, pero no debe ser la
misma herida una y otra vez. La gente tiene que aprender cada vez. Puede
que alguien haya acumulado enojo y sufrimiento, heridas de los amantes
anteriores, y haya adquirido así la habilidad de herir al nuevo amante y
hasta ser desbordado por el deseo de herirlo. Entonces debe ser capaz
de parar, de detenerse cuando ve el dolor en la otra persona.
5-
Elige a una persona que tenga una vida interior. Trabajando, dibujando,
escribiendo, a través de la meditación, la religión, algo que ame.
Elige a una persona que esté en viaje y te vea como a un compañero de
camino, un compañero de viaje. La habilidad para estar completamente con
el otro y al mismo tiempo enteramente separado es muy importante. Las
relaciones son cíclicas y hay momentos para estar muy cerca el uno del
otro y otros momentos para apartarse.
6-
Elige a alguien que tenga pasiones similares a las tuyas en la vida.
Una relación construye una memoria. Estas memorias, lo compartido, son
el “pegamento” lo que une la relación. Por el placer que es recordar
buenos tiempos juntos, pero también los tiempos duros. Si no hay nada
que verdaderamente disfruten juntos, es muy difícil pasar estos tiempos
con el otro. Aun cuando cada uno pueda ser muy distinto del otro y hacer
cosas muy diferentes, tiene que haber algo, algo tan simple como
descansar juntos en la bañera o secarse juntos el pelo al sol, o dar
vuelta a la manzana cada noche, o cualquier cosa de estas muy simple...
sé que estarás pensando, cepillarse juntos los dientes a la mañana...
Si, poco más que esto.
7-
Elige a alguien que tenga valores similares en cuanto a tener hijos, al
nacimiento de los niños, la familia, roles de hombres y mujeres y las
ideas acerca del dinero y la religión. Tal vez todas estas cosas juntas
son el ideal y no las puedas encontrar todas sobre todo al principio de
la relación, pero puedes tener esto en cuenta. Elegir a alguien que
tenga valores similares tiene que ver con disminuir las fricciones en la
relación y estas cosas deben sintonizarse si hay verdadero compromiso.
Esta sintonía debe darse también en un nivel pragmático y cuando se da
en estos niveles prácticos en más fácil que pueda darse en otros niveles
más sutiles.
8-
Elige a alguien compasivo, a alguien que sea capaz de escuchar, a
alguien que te dé tiempo. Particularmente si eres una persona impulsiva,
al tener un compañero que no sea tan impulsivo como tú, eventualmente
hallarás cierta lentitud que será buena para ti. También alguien que sea
un poco lento, al estar con un compañero que sea bien distinto se
acelerará un poco. Y podrán después de un tiempo hallar un ritmo propio
de la relación. A veces las personas tienen que estar ocho o nueve años
hasta tener este ritmo completamente desarrollado. Lleva tiempo
construir un milagro... no un milagro porque estén juntos sino por la
fuerza que hay en el centro de una relación por la profunda guía del
amor.
9-
Elige a alguien que se pueda reír de sí mismo. Poder hacer un chiste y
reír de la situación y de sí mismo es muy importante. Pero supongamos
que no tienes un compañero muy chistoso, elige a alguien que pueda parar
una discusión y aprender a reírse de la situación (vuelve al punto 2,
alguien que tenga habilidad para aprender).
10-
Elige a alguien a quien puedas tolerarle las fallas y características.
En los momentos de tensión y cansancio, las cosas que más te atraerían
de un compañero, las cosas más encantadoras, serían las que después te
volvería loca... Así que no pienses que podrías vivir con alguien que
tiene cosas que realmente molesta a las otras personas y que para ti no
son importantes porque él o ella las está haciendo y él o ella es tu
amante. Hay algunas cosas que son intolerables en cualquier relación sea
el matrimonio o las sociedades y los negocios. Tales como el
alcoholismo, el abuso sexual, el juego, las actividades criminales, Una
persona que no dice la verdad, una persona que no te puede mirar a la
cara, una persona por la que no podrías dar fe, una persona que puede
hacer cualquier cosa por tapar sus errores. Todo eso sería construir una
relación en un terreno inseguro.
11-
Ser amigos y no-solo amantes. Y no es solo que digas “si yo sé lo que
eso significa, significa que me guste y que lo ame” Significa más que
eso y un modo de juzgarlo es pensar. ¿Harías por tu pareja lo que estás
dispuesta a hacer por tu mejor amigo? ¿Estás dispuesta a escucharlo,
estás dispuesta a hablar de las cosas de las que él tiene ganas de
hablar, a prestar atención a los detalles de lo que dice o tiene ganas
de hacer? Esto no significa que tengan que estar cuidándose el uno al
otro siempre y para siempre, pero sobre ciertas bases y en algunos
detalles por cierto que deben hacerlo. Entonces cuando pienses en lo que
harías por tu mejor amigo y en lo que harías por tu amante, las cosas
se aclararán para ti.
12- Elije a alguien que haga tu vida más grande y no más pequeña.
CLARISSA PINKOLA |
domingo, 2 de noviembre de 2014
7 palabras mágicas...
1-MUÉVETE
Camina
la vida, recorre los lugares que amas y visita aquellos que aún no has
conocido. Baila, baila esa canción que tanto te gusta. Muévete dentro de
tu casa, atesorando cada rincón. Cambia los mueles, re-ordena esos
rincones olvidados. Renueva tus espacios, planta flores nuevas. Recorre
la vida de otra manera, distinta a lo que has hecho hasta ahora. Sal de
la rutina del trabajo, las relaciones y los patrones de vida. Cambia tu
perspectiva. Acércate a quien no te has podido acercar, aléjate de
aquellas cosas que te dañan y que ya no son aporte en tu día a día, y si
acércate a quienes te aprecian, te hacen sentir cómodo (a) y aceptan
toda tu autenticidad, a quienes te aman tal como eres. No necesitas
hacer grandes recorridos para hallar aquello que te hace vibrar, a veces
moviendo pequeñas piezas y ordenando las cosas, aparecen las nuevas
oportunidades y los nuevos renaceres.
2-TOCA
Toca
tu cuerpo, toca a los que amas. Abraza a aquellos que no has abrazado, a
quienes sientas lo necesitan, incluso a aquellos que ponen distancias
al contacto físico, lo más probable es que sea quien más necesite el
calor del contacto. Toca las flores de tu jardín, toca los animales que
pasan por tu vida, toca aquellos objetos que adornan tu día, que te
traen paz y bellos recuerdos. Toca un instrumento musical, aunque sea
sólo para jugar con la música, verás como al hacerlo cantar, hará vibrar
tu corazón. Toca los árboles, toca el pasto recién mojado, toca la
suave arena de la playa, las rocas, el agua. Si el contacto te es ajeno,
toca, no lo aplaces ni un día más. Si por el contrario, el tocar te es
familiar, afianza esa virtud, úsala para que la vida sea más grata para
ti y para quienes alcances con tus manos. Tocar es en la cercanía, una
manera de concretar el afecto, el amor.
3-ESCUCHA
Siéntate
en silencio y entérate de todo lo que está allí, a tu alrededor, para
ser escuchado. Todos aquellos sonidos a los que jamás le has puesto
atención, están esperando que los reconozcas. Deléitate con el cantar de
los pájaros en las mañanas. Escucha aquellas canciones que hace que tu
piel se estremezca. Escucha las olas del mar jugueteando con la playa.
Escucha la voz de los que amas, la dulce voz de tu hijo, las amadas
melodías de tu amante, la voz ya algo cansada, pero llena de historias
de quienes nos ganan en años. Escucha al otro, en todos sus detalles, es
un arte el hacer sentir a alguien escuchado. A veces basta con ese
gesto, para ayudar, para aplacar ansiedades, para calmar dolores, por lo
tanto, sé generoso y escucha con el corazón. Oye el susurro del viento
entre las hojas de los árboles, oye la música de la naturaleza entera,
es la música de la tierra. Pero por sobre todo, escúchate a ti. Tu sabio
interno, tu alma fiel compañera. Esa que tiene la palabra exacta que
necesitas oír. Allí están las respuestas, allí está la verdad. Escucha a
tu corazón, que tiene un idioma tan diferente, pero que siempre sabemos
exactamente lo que nos quiere decir, cada latido, es un mesaje de vida y
una confirmación del amor.
4-SIENTE
Sin
miedo, nada te puede herir, no pierdas la oportunidad de sentir todo
aquello que te da la vida, que te hace humano, que te hace único. Siente
en pleno, en todo lo que eres, aquello que te recorre, cada
experiencia. Gozo, frío, dolor, hambre, pena, alegría, paz. No juzgues,
solo siente. Cada una se estas sensaciones tienen mensajes para ti, y
oportunidades de hacerte un ser más completo. No rehuyas la experiencia,
no rehuyas el vivirla a fondo. Siente el amor hasta que tu corazón se
rinda. Siente el cuerpo del que amas, su olor, su calor, sus detalles.
Siéntete, tus latidos, tu respiración, como reacciona tu ser a cada cosa
que vive. Siéntete y arrúllate en ese sentir, esa es la vida que te
abraza, eso es esta experiencia física, un festival de sensaciones que
te dan la bienvenida.
5-CONFÍA
Tú
sabes que eres parte de algo extraordinario. Si puedes reconocer la
maravilla que es la vida manifestada, entonces confía en que esa
sabiduría inexplicable, es un gran poder amoroso, que teje todas estas
historias. Y que detrás de ella hay una presencia ilimitada, desconocida
quizás, pero tan cercana. Ante tanta perfección, no queda más que
confiar. Confía en los flujos de la realidad, en los caminos que nos
llevan a aquello que necesitamos, para retomar lo que en verdad somos.
Confía en que nada es casual, en que todo es un aprendizaje. Confía en
esa mano que silente nos empuja a nuestra maestría. Y por sobre todo,
confía en ti, en tu poder personal, en la voz de tu intuición. Aquello
que resuena en tus oídos, eso es lo que debes hacer, confía. Aquello que
se te repite una y otra vez, es lo que debes realizar, confía. Aquello
que no puedes dejar de vivir, es justo lo que la vida te presenta para
crecer, confía. Aquello que sientes palpitar en tu ser, es todo aquello
que te espera, para ser encontrado, confía. Aquella voz que en susurros,
te muestra con exactitud lo que necesitas ver, es la voz de Dios,
confía!.
6-ENTREGA
Lo
mejor de ti, todo aquello que haces tan bien. Tus maravillosos dones,
tu cálida sonrisa, la caricia oportuna, la palabra que anima. Da tu
compañía, tu presencia, tu energía. Entrega tu tiempo como un regalo, tu
miradas de empatía, tu contagiosa esperanza. Entrega tus ganas de
vivir, para despertar al que está desanimado. Entrega esa caminata de la
mano, de quien te ha elegido, de ese quien tú has escogido. Entrega
ricas comidas, preparadas con la sal del amor. Entrega reuniones que
son, un homenaje a la amistad, al compartir. Entrega el silencio que
insta, a que el otro se exprese. Da una palmada de cariño, un recorrido
por la alegría, un paseo hacia el re-encuentro, un gesto de bienvenida.
7-RECIBE
Cada
regalo que te ofrece el destino. Recibe las experiencias de los
aprendizajes que vibran en ti y que te buscan sin condiciones. Recibe
los elogios, que te impulsan a continuar. Recibe cada ofrenda de tu
hermano, de cada amanecer, de cada vivencia, de todo cuanto te toca con
su mano mágica. Recibe el amor a manos llenas, para que lo des a manos
llenas. Recibe la melodía de la naturaleza, la luz del sol que te saluda
cada mañana. Recibe la compañía de los que amas, tan incondicional.
Recibe con amor, todo cuanto eres. Recibe con una sonrisa la música, los
colores, los aromas y los sabores de la vida. Recibe sin apelar, sólo
con agradecimiento. Recibe con humildad, aquella que te hará entregarte
con la misma devoción. Recibe agradecido (a), emocionado (a), lleno (a)
de asombro y certeza, cada regalo de esta vida.
Siete palabras mágicas, por Alejandra Vallejo Buschmann
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